Características del Trastorno Obsesivo Compulsivo

Los síntomas primarios del Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) son las obsesiones, compulsiones y para algunos investigadores la duda.

Las obsesiones son pensamientos intrusivos, ego-distónicos, imágenes, melodías, sonidos o impulsos difíciles de desestimar o resistir. El contenido de los pensamientos obsesivos habitualmente es desagradable y/o mórbido.

Las obsesiones también son reflejo de un estilo de pensamiento mágico, donde existe la creencia de que nuestras ideas pueden actuar creando o deshaciendo eventos específicos. La persona reconoce usualmente que sus obsesiones son absurdas, sin embargo este “insight”, aunque necesario no siempre está presente.

La compulsiones pueden ser de naturaleza mental o motora, en ambos casos son llevadas a cabo por la persona que sufre Trastorno Obsesivo Compulsivo en forma repetitiva siguiendo reglas supersticiosas y tienen siempre la finalidad de prevenir, neutralizar o evitar consecuencias no deseadas y temidas. En primera instancia alivian el distres inicial , pero a la larga comienzan a deteriorar la calidad de vida ya que al evitar le dan veracidad y continuidad a la idea obsesiva temida facilitando su nueva aparición.

Las personas con Trastorno Obsesivo Compulsivo se debaten entre la duda y la necesidad de certezas lo que les genera incapacidad para decidirse, problema frecuente que puede llegar a incapacitarlas impidiendo su normal funcionamiento.

La terapia cognitivo-comportamental es altamente eficaz para modificar los errores cognitivos que mantienen y conforman las obsesiones y compulsiones. Son ejemplo de esas creencias distorsivas las siguientes:

1 Responsabilidad exagerada
2 Suponer que  pensar equivale a actuar
3 Excesiva necesidad de control
4 Sobreestimación de los riesgos
5 Perfeccionismo
6 Intolerancia a equivocarse