Las mujeres y la ansiedad
En nuestra sociedad es un hecho irreversible la lucha de las mujeres por obtener el respeto y la igualdad de derechos y oportunidades.
Las mujeres tienen hoy una vida activa en la que cumplen múltiples roles en forma simultánea: ama de casa, madre, trabajadora, estudiante y esposa.
Estas conquistas y las que faltan lograr, bienvenidas sean, también traen aparejadas un exceso de responsabilidades, que pueden transformarse en tensiones y estrés.
La estadística nos dice que muchas más mujeres que hombres sufren ansiedad. Para explicarlo debemos sumar a lo psicológico, los factores orgánicos:
- Los cambios hormonales, más drásticos y variables que los que tienen los hombres, sea por la menarca, la menstruación, el embarazo o la menopausia.
- La mayor frecuencia de disfunción de la glándula tiroidea, cuyas hormonas tienen gran influencia sobre otras glándulas y en la regulación de los estados de ánimo y el cansancio.
Si además esas mujeres son perfeccionistas y tienen un alto nivel de autoexigencia ,el combo se completa para facilitar el desarrollo de un trastorno de ansiedad. Cualquiera de los siguientes síntomas: preocupación excesiva, irritabilidad, intranquilidad, miedos, inseguridad, sudoración o insomnio cuya intensidad interfiera en el habitual desarrollo de la vida cotidiana, merece ser tratado para mejorar la calidad de vida y disfrutar los logros alcanzados.